martes, 26 de mayo de 2015

¿Qué hace una progresión geométrica en nuestra vida? Ventas multinivel y fraudes piramidales.

Espero que gracias a las soluciones publicadas haya quedado claro que es necesario saber diferenciar entre progresiones geométricas y aritméticas y que, especialmente en las primeras, no es conveniente fiarse de sus primeros pasos.

Recordad que en las geométricas, cada término es igual al anterior multiplicado por una cantidad constante, y que es el típico tipo de crecimiento que tenemos que tener en cuenta a la hora de analizar las subidas de precio. Por ejemplo, en el caso de la burbuja inmobiliaria, si hubiésemos analizado lo que supone tener subidas sostenidas de precio del 12% anual durante quince años, veríamos que una vivienda que hubiese costado 90000 € en 1985, el año 2000 hubiera valido más de 400 mil euros, hoy costaría más de 2400000 (dos millones cuatrocientos mil) euros y dentro de quince años costaría más de trece millones. Absurdo, ¿verdad?.  Desgraciadamente a pesar de que era claro que las subidas sostenidas de precio eran insostenibles la gente seguía invirtiendo en vivienda porque, por una parte, era incapaz de diferenciar entre ambos tipos de progresiones y, por otra, porque estaban cegados por la codicia.

El corolario lógico nos llevaba a que en algún momento las subidas de precio tenían que ser próximas a cero, lo que haría que la gente no comprase vivienda para invertir (cese de la demanda) y debido a la inercia lógica del proceso de construcción de la vivienda, llegase un momento en que apareciese un stock de vivienda sin vender (aumento de la oferta), con la siguiente bajada de precios, lo que haría aumentar la oferta en un mercado sin demanda, con la siguiente bajada de precios... y el resto es ya historia.

Pero hoy voy a hablar de otro tipo de estafa que aparece siempre en época de crisis y que se ceba en los más débiles: los timos piramidales.

Los timos piramidales, o basados en esquemas de Ponzi, se basan en que los beneficios se obtienen por el dinero de nuevos inversionistas y no por la venta de ningún producto. Uno muy básico sería el siguiente. Te ofrecen vender por 20 € un lote de perfumes que a ti cuesta 10 €. Hasta ahí todo correcto (salvo por el detalle de que el lote de perfumes no vale ni  0,5 €). Peeeeeeeeeeero te dan otra opción mucho más atractiva: aportar dos nuevos vendedores cada uno de los cuales desembolsará 10 €, o sea 20 euros en total. De éstos, diez servirán para saldar tu deuda y los otros diez irán para la compañía, a fin de cubrir gastos y pagar comisiones. Con este sistema todo lo que obtengas por la venta de perfumes, o sea nada, será íntegro para ti y además se te apuntará al final de una lista de diez distribuidores. ¿Para qué sirve esta lista y cómo funciona? El funcionamiento es muy simple y, de nuevo, entra en juego la codicia. Según se vayan apuntando pardillos vendedores en la lista, ésta se va desdoblando, el primero de la lista sale de ella, llevándose cinco euros de comisión y todo el mundo sube un puesto. En la siguiente figura está explicado el procedimiento.
Esquema de Ponzi típico
La trampa está en que lo que tenemos es una progresión geométrica de razón dos. Si entras el último en una lista de primera generación, formada por los diez primeros integrantes, necesitarías 210 = 1024 pardillos para llegar a la cima. En ese momento estarías el primero de una serie de 1024 listas de segunda generación y el último en llegar a ellas necesitaría ahora 220 pardillos, casi un millón, para llegar a la cima. El último de esa lista de segundo generación necesitaría a su vez 230 pardillos, mil millones, para llegar a la cima y así sucesivamente. Ni que decir tiene que los únicos que se hacen ricos son los gerifaltes de la primera generación y todos los demás pierden sus diez euros.
Naturalmente este sistema conoce múltiples variantes, como por ejemplo: la venta de sellos (caso Forum Filatélico), oro (Emgoldex), de acciones e inversiones varias (Madoff) o arrendamiento de apartamentos (Sofico).

Este procedimiento se ha ido sofisticando hasta convertirse prácticamente en un alter ego de los sistemas de ventas multinivel (SVM). En este tipo de sistemas los vendedores son retribuidos no solo por las ventas que ellos mismos generan sino también por las ventas generadas por los vendedores que forman parte de su estructura organizativa. Hay que dejar claro que los sistemas multinivel, como Amway, NO son una estafa aunque los beneficios que te prometen luego rara vez se alcancen. De hecho aunque la legislación prohíba, entre otras cosas, expresamente que el beneficio económico de la organización y de los vendedores no se obtenga exclusivamente de la venta o servicio distribuido a los consumidores finales sino de la incorporación de nuevos vendedores, a causa del fomento a reclutar vendedores subordinados, hay quien opina que, en el mejor de los casos, los SVM modernos no son más que esquemas piramidales legalizados

¿Si tanto se parece un SVM a un fraude piramidal, cómo podemos diferenciarlos?  En primer lugar tenemos que tener claro que el beneficio que obtenemos se deba a la venta del producto y no a la incorporación de nuevos miembros. Cuánto más nos insistan en la incorporación de vendedores que dependan de nosotros, más cerca estaremos de un fraude piramidal.

No obstante ya que ha llegado hasta aquí creo que se merece conocer la regla de oro para diferenciar un SVM de un fraude piramidal. Si alguna vez asiste a una presentación de un SVM y oye decir al conferenciante:
- Tranquilos, que esto no es un fraude piramidal (o esquema de Ponzi)
puede entonces levantarse con total tranquilidad y abandonar la sala. Esté totalmente seguro que, aunque no sea capaz de verlo, ESTÁ ante un fraude piramidal. ¿O es que acaso alguna vez ha ido a comprar un coche y el vendedor le ha dicho: "Tranquilo, que esto que le voy a vender no es una vaca"?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario